Como ya todos sabéis, desde el 10 de enero estamos viendo una copia remasterizada de La dama de rosa, y aunque llegar hasta aquí nos ha costado algún disgusto, como por ejemplo ver cómo cortaban la emisión y tener que esperar dos semanas hasta que de nuevo la volvieran a incluir en la programación de 13 tv; creo que, después de todo, ha merecido la pena ya que esta copia tiene mejor calidad de imagen y sonido que la primera que empezaron emitiendo.
Para algunos, quizás, habrá sido un “tostón” tener que ver de nuevo esos primeros 31 capítulos de la dama de rosa, al decidir el canal de TV que volvían a emitir la telenovela desde el capítulo nº 1. Sin embargo, para nosotros los “Amigos de Jeannette”, y también para otros muchos que, aún sin ser oficialmente parte de este colectivo de fans, me consta que no se cansan de ver las actuaciones de Jeannette Rodríguez, puedo asegurar que ver repetidos estos preciosos 31 primeros capítulos, no nos ha supuesto ningún “trauma”, si no más bien una doble felicidad.
La emisión de La dama de rosa continúa y a partir de ahora llegan los capítulos más intensos de esta maravillosa historia de amor y odio a partes iguales.
Podremos deleitarnos (una vez más) con las maravillosas escenas donde Jeannette demostró que ser actriz no es sólo tener una cara más o menos bonita o un cuerpo 10. Ni tampoco es suficiente con haber dado unas cuantas clases de Arte Dramático. No señores. Para ser una actriz como Jeannette demostró serlo en tantas y tantas memorables escenas de La dama de rosa, se necesita otra cosa… No es suficiente con dar vida a un personaje, es necesario VIVIR el personaje y SENTIR como el personaje. Y eso es lo que le ocurrió a Jeannette Rodríguez con Gabriella Suárez-Emperatriz Ferrer. Me consta que dos meses después de haber terminado el rodaje de La dama de rosa, Jeannette aún no había podido “desprenderse” anímicamente de ese personaje. Si alguna vez tuvo valor real la tan manida frase “meterse en el papel”, éste es el mejor ejemplo.
Hay muchas actrices, pero sólo hay una Jeannette Rodríguez. Se es o no se es. Y Jeannette… es.
Sigamos disfrutando de ella en La dama de rosa. Cosas como éstas son las que nos esperan…
Hola
ResponderEliminarFantastica escena,unico momentazo las escenas de Jeannette hoy en la carcel con Carmen.Ayer la escena de la carcel con Nely puso los pelos de punta,al menos a mi me toco la fibra.Hoy denuevo en la carcel pero esta vez con Carmen las escenas han sido de quitarse el sombrero.Jeannette solo hay una y lo demostro con creces en La Dama De Rosa.
Saludos!
Hola, ¿qué tal? Gracias por visitar el blog y por dejar tu opinión que, dicho sea de paso, comparto de principio a fin.
ResponderEliminarLas escenas que mencionas son de antología, para no olvidarlas, vamos. Hay que romper una lanza por todos (o casi todos) los actores que participaron en La dama de rosa, pero es que, sin querer pecar de "amor de madre", Jeannette estuvo superior en todos los aspectos. Es que la ves y te olvidas de que estás viendo una telenovela. La veo y me olvido de que esta telenovela la he visto cientos de veces. Todo en ella estaba perfectamente calculado para hacer de este personaje un ser real y creíble. Si a eso añadimos que los diálogos de Cabrujas son exquisitos, tenemos la combinación perfecta.
Cuando veas a Jeannette mover el cuello con un tic nervioso que aún hace más creíble la psicósis del personaje, ese detalle es de su cosecha. Cuando veas a Jeannette aparecer con el pelo grasiento y las uñas sucias en esas memorables escenas de la cárcel, esos detalles son de su cosecha y lo hacía en contra de la voluntad del propio equipo técnico pues la regañaban porque, según algunos, "la protagonista tenía que aparecer siempre perfecta e impoluta". Agradezcamos entonces el buen acierto que tuvo Jeannette añadiendo a su personaje ciertos detalles que le dieron mayor realismo y credibilidad.
Sigamos disfrutando de La dama de rosa y espero que vuelvas por aqui para seguir comentándola :)
¡Un abrazo!