sábado, 11 de diciembre de 2010

¡Jeannette, qué grande eres!

En La dama de rosa hay muchas, muchísimas, escenas dignas de ser comentadas. Pero hoy me voy a centrar especialmente en una que acabamos de ver en el capítulo nº 10. Me estoy refiriendo a la escena en la que Gabriella recibe un cheque de parte de Tito Clemente como pago por los “favores prestados”, y cuando aún ella está tratando de entender lo que eso significa, Tito la llama por teléfono para cortar con ella y Gabriella se echa en brazos de su madre, llorando desesperada…

Habré visto esta escena cientos o miles de veces, pero me sigue poniendo la piel de gallina, un nudo en la garganta y el corazón encogido.
Qué maravilla de interpretación la de Lucía, la madre (Amalia Pérez Díaz) y Gabriella,  la hija (Jeannette Rodríguez). Qué fabulosa sintonía entre ambas, qué manera de transmitir emociones y sentimientos. Cuánta fuerza supieron ponerle a esos maravillosos diálogos del gran Cabrujas. Cuánta verdad…
Lo que más llama la atención es ver a una Jeannette Rodríguez, jovencísima, crecida como actriz, dándole la réplica a la veterana y maestra Amalia Pérez Díaz, ¡y qué réplica! Dos grandes actrices frente a frente formando un tándem ganador en La dama de rosa. Inolvidable e irrepetible.

Aunque algunos llamados intelectuales considerasen las telenovelas un “subgénero televisivo”, nosotros tenemos una opinión diferente y es posible que seamos más “expertos” que ellos en cuanto a este género concreto se refiere. En La dama de rosa se conjugan varios factores que dan lugar a esa sensación de estar viendo y disfrutando de una obra de arte: Un reparto de primera clase, un equipo técnico de grandes profesionales y un escritor de poética pluma como lo fue el inefable José Ignacio Cabrujas. Pero permitidme que dé mi humilde opinión, y es que todo eso sin la presencia de una actriz como Jeannette Rodríguez, tan versátil, multifacética, visceral, apasionada y sensible, nunca hubiera sido lo mismo ni hubiera dado los resultados que dio. Siendo todavía una jovencísima actriz de “veintipocos” años demostró que sabía y podía estar a la altura de actores ya consagrados como muchos de los que aparecen en La dama de rosa.
Si hay que elegir una palabra que defina la manera de interpretar de Jeannette Rodríguez, yo diría que esa palabra es naturalidad. Tiene la habilidad de hacer que el espectador se crea su interpretación, se embeba de ella y la sienta hasta físicamente.

Voy a cerrar este post con unas palabras que la propia Jeannette Rodríguez dejó en mi perfil de Facebook el pasado día 10 de diciembre. Creo que esto lo resume todo:
                                               
Jeannette Rodriguez II Que diálogos, que forma de decir con el alma, eso me encantaba de José Ignacio Cabrujas. Fue único... Podía escucharlo cuando escribía para mis personajes. Cuando me llegaban los libretos, a la primera lectura sabía que era él quien me escribía, que grande maestro, y que arte... Que suerte tuve al trabajar a su lado... Gabriella Suárez, y Emperatriz Ferrer, 2 personajes en mi carrera artística irrepetibles. No se los pierdan, les van a encantar.

Jeannette, hija, qué grande eres, no habrá otra Gabriella Suárez como tú. ¡Y todavía tiene que aparecer Emperatriz Ferrer! Chicos, preparaos, que esto acaba de empezar...
Jeannette Rodríguez en su papel de Gabriella Suárez

1 comentario:

  1. Jeannette Rodríguez, la mejor actriz de la bellísima Venezuela

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